Porque no hubo otro que hiciera saltar
mis lágrimas, primero, domingo a domingo, cuando leía el Inodoro Pereyra en la
revista de Clarín y esas lágrimas y carcajadas eran por la risa y después el
19/7/2007 por su partida. Porque admiro toda su obra y su forma de ser es que
estoy de acuerdo con que este día sea el día del amigo en Argentina.
Aquí un enlace para conocer su
biografía (si alguien no lo conoce) y un extracto del Diario Tiempo Argentino
del día 19/7/2011 al cumplirse el cuarto año de su fallecimiento en el cual
tuve la suerte y el honor de participar con el mini cuento en homenaje a él y
sus personajes originalmente publicado en el sitio Cuentos y Más cuyo título es: "Un encuentro"
Tiempo Argentino 17.07.2011 | Mendieta, Inodoro y Boogie: vivitos y coleando
Fontanarrosa, cuatro años
después
El martes 19 de julio se cumplen cuatro años de la
muerte del entrañable Roberto Fontanarrosa. Entre tantos homenajes que se
realizan en cada aniversario para recordar al genial
dibujante/humorista/historietista/escritor, el sitio que dirige el periodista
Juan José Panno, lanzó un concurso entre los lectores. Se les proponía escribir
un breve relato de no más de 800 caracteres que tuviera como protagonista a uno
o más personajes inmortalizados por Fontanarrosa. ¿El premio? Libros de
Ediciones de la Flor.
Un
encuentro
-Alguien llama, mamá.
-Y atienda, m'hijo, ¿a qué espera?
-Hay un gaucho y un perro y preguntan por doña Hortensia.
-Hágalo pasar m'hijo.
-Pereyra, me dijo.
-El Inodoro, que pase, que pase.
Ellos ya vienen entrando.
-¡Mendieta!- exclama Hortensia. Este corre y pega un salto al regazo moviendo su cola frenéticamente.
-Se acuerda de mí, todavía se acuerda, ¡Ja! ¡Ja!
-Siempre hablamos de Ud. con el Mendieta, no nos olvidamos de su acogimiento cuando recién nacimos.
-Usted sabe que siempre estuvimos abiertos a la gente buena y sobre todo con mucho humor.
-Sí, usted y don Alberto siempre fueron muy buenos para eso.
-Es así.
-Usted se fijó, doña Hortensia, que todos los días, allá arriba, las nubes, se sacuden demasiado, ¿sabe por qué?
-No, m'hijo ¿por qué?
-Porque allá arriba, Don Alberto y Roberto han sacado la Hortensia celestial y los santos y los ángeles se han vuelto fanáticos. Las risas ahora, son santas, suyo es el remate, Mendieta.
-¡Qué lo parió!
-Alguien llama, mamá.
-Y atienda, m'hijo, ¿a qué espera?
-Hay un gaucho y un perro y preguntan por doña Hortensia.
-Hágalo pasar m'hijo.
-Pereyra, me dijo.
-El Inodoro, que pase, que pase.
Ellos ya vienen entrando.
-¡Mendieta!- exclama Hortensia. Este corre y pega un salto al regazo moviendo su cola frenéticamente.
-Se acuerda de mí, todavía se acuerda, ¡Ja! ¡Ja!
-Siempre hablamos de Ud. con el Mendieta, no nos olvidamos de su acogimiento cuando recién nacimos.
-Usted sabe que siempre estuvimos abiertos a la gente buena y sobre todo con mucho humor.
-Sí, usted y don Alberto siempre fueron muy buenos para eso.
-Es así.
-Usted se fijó, doña Hortensia, que todos los días, allá arriba, las nubes, se sacuden demasiado, ¿sabe por qué?
-No, m'hijo ¿por qué?
-Porque allá arriba, Don Alberto y Roberto han sacado la Hortensia celestial y los santos y los ángeles se han vuelto fanáticos. Las risas ahora, son santas, suyo es el remate, Mendieta.
-¡Qué lo parió!
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