Tuve
una abuela un día
Que a
todos nos contenía
Para
algunos la palabra
Para
otros la caricia.
En su
casa siempre había
Olor
a pino, eucalipto
Y en
la económica hervía
Siempre
el guiso bien caliente.
Ella
siempre lo sabía
Cuando
algún hijo venía
Pa’l
que llegaba de afuera
Tortilla
hecha en ceniza
El
rostro en calma, alegre
Era
sabia siendo simple
Era
simple siendo sabia
Manos
tiernas, ella tenía
Tuve
una abuela y un día
Dios vio
que ella era muy buena
Desde
acá vas a poder
Cuidar
mejor de los tuyos
Yo
tengo una abuela ahora
Que
desde el cielo nos mira
Y
desde allá nos contiene
Y
desde allá acaricia.
Yo
tengo una abuela ahora
Que
en el cielo nos espera
Con
el guiso bien caliente
Y la
tortilla en ceniza.
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