sábado, 18 de octubre de 2014

Publicidad



Un cuentito corto y fácil:



-¿Usted no me pidió Noixa, Energía del Futuro?
- Sí, pero…
-Bueno, es ese.
-Pero…
-“En el futuro su energía se duplicará y quién sabe si no más, larara”… ¿No vio la publicidad?
-Sí, pero el frasco está vacío
-Y… es lógico
-¿Cómo que lógico?
-Lógico, la energía del futuro no se va a vender en el presente.

sábado, 4 de octubre de 2014

Variaciones sobre el Dragón de Fuego

En la Antología Borrando Fronteras fue seleccionado el siguiente texto:



El sapo y la princesa
Era un dragón de fuego que con la luna llena se convertía en sapo. Así las cosas, cierta noche una princesa que andaba por el bosque lo encontró, lo tomó en sus manos y grande fue su sorpresa al notar que apretándolo le salía fuego por la boca. Entonces, encendió su cigarrillo, arrojó el sapo y le pidió al amante ayuda para vestirse.

Yo decidí seguir con variaciones sobre el Dragón de fuego y esto es parte de lo que escribí: 


Incompatibilidad
En noches de luna llena, el séptimo hijo dragón de fuego de aquella familia, se convertía en dragón-lobo. No había grandes problemas con el vecindario pero, los hermanos lo echaban cuando volvía de las transformaciones por el espantoso olor a pelo quemado que traía.

Espantado
El príncipe huyó espantado cuando el dragón de fuego que custodiaba  la torre le dijo:
 -Eres muy bello, dejaré libre a la princesa si te casas conmigo.

Tostado
Cuando despertó, el Dragón de Fuego seguía allí.

Amor imposible
 Ella cantaba irresistiblemente pero no sabía caminar, él se apagaba si al agua entraba. La sirena y el dragón de fuego se amaron platónicamente.

Post partido
A aquél dragón de fuego no lo dejaban jugar al fútbol porque les quemaba la pelota, pero era el encargado de preparar el asadito a las llamas.

Anginas
El dragón cago fuego.

La ilustración es una de las genialidades de Ciruelo
 



martes, 23 de septiembre de 2014

Dos buenas noticias

Este mes de Septiembre ha sido especialmente grato para mí, el primer día del mes es el cumpleaños de mi señora, de mi amor. El día 13 cumplió 40 años nuestro hijo mayor. Muchas lindas cosas en la familia pero además hubo dos buenas noticias en cuanto a lo que me gusta hacer, que es escribir. La primera fue que el mini relato que envié a Microrrelatos por la Identidad Memoria sobre Campo de Mayo fue seleccionado, será ilustrado por un artista de la zona y junto a otros catorce micro relatos serán una muestra itinerante para concientizar y recuperar a los nietos robados durante la dictadura cívico-militar. Dice así:

ROBARON LA SEMILLA DEL ARRAYÁN, FUE PLANTADA CON ESPECIES EXÓTICAS. SIGUE SIENDO UN ARRAYÁN Y EXTRAÑA. 

La segunda buena noticia provino de la Jornada Trinacional De Microficción Borrando Fronteras Ergo Sum 2014. esta Jornada se va a realizar en Santiago de Chile los días 8 y 9 de Octubre. Como parte de ella se convocó a los escritores a enviar micro ficciones para realizar una antología con autores de los tres países convocantes, Chile, Perú y Argentina. Uno de los micro cuentos que envié fue elegido para integrar dicha antología por lo que tengo una alegría enorme. Comparto aquí el mini que fue elegido.

El sapo y la princesa


Era un dragón de fuego que con la luna llena se convertía en sapo. Así las cosas, cierta noche una princesa que andaba por el bosque lo encontró, lo tomó en sus manos y grande fue su sorpresa al notar que apretándolo le salía fuego por la boca. Entonces, encendió su cigarrillo, arrojó el sapo y le pidió al amante ayuda para vestirse.

jueves, 28 de agosto de 2014

El biznieto

Este cuento había preparado para mandarlo a la convocatoria de Teatro por la identidad, lamentablemente el día que había que presentarlo yo estaba en Córdoba con mi madre operada y se me pasó la fecha. No sé si hubiera sido seleccionado, pero ahora lo pongo a consideración de quién quiera leerlo.



Soy Pablo, tengo 19 años y un hijo de dos. Mi viejo echaba putas cuando le dije lo del embarazo de Silvia. Pero yo estaba decidido, claro, él dice que no tenía que hacer lo mismo que él. De cualquier manera ahora está contento con el nieto y viene a verlo cada vez que puede. Con los que estoy muy bien, también,  es con la familia de ella, desde el primer momento me aceptaron como a un hijo. Lo único que no me gusta es que hablan demasiado de política, de los derechos humanos y toda esa bola que en mi casa no se nombraba porque mis abuelos no querían saber nada de eso. Se ponían furiosos. Por suerte ahora vivo lejos de ellos, la verdad, nunca me los banqué demasiado, no sé cómo hacía mi viejo. Bueno, ¡bah! la verdad que siempre se llevó para la mierda con ellos. Yo me hago el boludo y no voy a verlos, que se yo, cuestión de piel dicen, no sé. ¿Por qué cuento esto? Hoy me pasó algo muy raro. Estábamos paseando en  el shopping que está cerca de casa y de pronto el nene salió corriendo y se prendió a las piernas de un hombre, pensé que era un error, uno de esos comunes en los pibes tan chicos. Van caminando y de pronto se prenden a las piernas de cualquiera equivocados y cuando se dan cuenta sueltan enseguida y lloran pero no… lo miró y no lo soltaba. Yo, divertido, no entendía porque no lo hacía, observaba desde una distancia prudencial, esperando su reacción. Rodry  reía, lo miraba y reía, es mi hijo, no puedo creerlo, habitualmente no se da con nadie, es algo parco. Después  se acercó mi señora para buscarlo, el tipo se dio vuelta y le sonrió, vi a mi señora palidecer, entonces observe el rostro del hombre. Era igual a mi viejo,  era exactamente igual, tal vez dos, tres años mayor. Quedé paralizado, obnubilado. Mi señora tomó al nene, pidió disculpas y se alejó agitada. No pude acercarme  y él se perdió entre la gente algo perplejo por la reacción tanto del pibe como de mi señora. Cuando quise darme cuenta, todo había pasado. Decidí cortar el paseo, regresar a casa. Silvia me martillaba con sus comentarios, “le dijo abu” decía, me preguntaba si lo vi, si me di cuenta del parecido. Me enojé, no hablamos más. Yo no conozco al tipo ése, jamás lo vi. ¿Qué importa que sea igual a mi viejo? A veces tenemos socías. Silvia insiste, “hasta la sonrisa era igual” me dijo. No sé qué pretende que haga, en la cena, con mis suegros comentamos el asunto y ellos con su latiguillo de los nietos robados. Mi viejo nunca me dijo de ninguna duda ¿Por qué la voy a tener yo? Sin embargo… ¿Podré ir a Abuelas como biznieto?

martes, 19 de agosto de 2014

Vidriera

Este cuento está publicado en el libro La Curva de la Niña con el título "Plumas". Esta es una nueva versión del mismo, espero les gusten ambas versiones.






Todos los días pasaba y los miraba. Parecía  que la llamaban, eran unos aros largos, importantes, de gancho, con un atrapasueños como cuerpo principal del tamaño de una moneda de las grandes, varias filigranas haciendo juego de colores y remataba una hermosa pluma en un color violeta suave.
Entró al negocio, los compró y se acercó a uno de los espejos del lugar para colocárselos inmediatamente. Lanzó un quejido cuando sin querer erró el lugar por donde debía pasar el gancho. Al terminar con el segundo y levantar la vista se encontró en medio de una selva, con árboles de todo tipo, hiedras, enredaderas y un sonido, un silbido que crecía y se multiplicaba. En una de las ramas del árbol más cercano se posó un pájaro. Desconocido para ella, más grande que un Tucán y muy colorido. Rojo el pecho, verdes las alas, amarillo el lomo, azul la cola y, en el centro de la misma, relucía una pluma, sólo una… violeta. Instintivamente tocó su oreja, allí estaban los aros.
Se dio vuelta, esperando encontrar la salida del local sin entender demasiado lo que sucedía, lejos de eso, cada vez se iban acercando y se juntaban más de esos pájaros. Uno de ellos se lanzó sobre ella y fue como una orden, todos y cada uno hicieron lo mismo. Nunca supo por qué, nunca volvió.
Los aros, por ahora, siguen en la vidriera.
Todos los días pasaba y los miraba.